Imagen: obra artística del P. Gregorio Tomás, OSA.
“Las formas de violencia ejercidas por los hombres sobre las mujeres y los niños/as, son conductas estimuladas y aprendidas a lo largo de los siglos y en diferentes culturas”.
Por Luis Daniel Londoño. prensa@emisoramariana.org
Desde hace algunos años he venido estudiando el tema de violencia doméstica y de género, una realidad que se ha agudizado por diferentes factores, entre ellos la pandemia y las circunstancias socio – culturales y políticas en los diferentes continentes y países, pues es un hecho generalizado y mantenido incluso, en etnias y grupos como una norma de vida, en las que, infortunadamente, la mujer ha llevado la peor parte. Digo norma de vida, en cuanto que, esa desigualdad hombre – mujer, fluye como lo más natural.
La intención de esta primera entrega, es la de invitar a analizar la violencia doméstica y sobre todo de género, libre de prejuicios, dado que es una realidad agobiante, deprimente y con dimensiones insospechadas. Las formas de violencia y las prácticas de feminicidios, son cada vez más sorprendentes.
Si deseas escuchar este artículo, entra en:
¿Cuáles prejuicios se deben superar?
Para evitar caer en una mirada académica y alejada de la realidad, la intención en esta entrega, es la invitar a superar fundamentalmente dos prejuicios, que permitirán tener una visión amplia de esta situación.
- Esta no es una lucha ideológica
La realidad de la lucha contra la violencia de género no es un tema de tendencias ideológicas, que se erigen como salvadoras de la mujer, ni siquiera es una bandera exclusiva de los famosos grupos feministas.
Lo peor que puede ocurrir en este escenario, es pensar que este fenómeno es de grupos privados, con ciertas intenciones progresistas y liberales, y que podrían dejar al margen la creación de condiciones y ambientes en los que, hombre y mujer, sean valorados en su dignidad fundamental.
Es más, se podría crear cierta apatía peligrosa que, en el peor de los casos, encubriría un problema real que avanza con velocidades alarmantes y al cual no se le encuentran soluciones efectivas. Es algo así como delegar a otros esta tarea.

- Superar la indiferencia y la apatía
Cuando comencé a hacer mi maestría sobre el tema de violencia doméstica y de género, una realidad que me sorprendió y me conmovió sobremanera, fue la de encontrar en muchos hombres y mujeres una notoria actitud de indiferencia frente al tema que, para mí, rayaba en la crueldad. En muchas mujeres encontré un rechazo total, una indiferencia absoluta y lo más tenaz, entre ellas había mujeres víctimas de violencia en sus diferentes niveles.
En cuanto a los hombres, a la indiferencia se sumaba esa actitud machista que aún sigue concibiendo a la mujer como una servidora sexual, una esclava de la casa y un objeto de exhibición. Es increíble que el modelo patriarcal de familia siga tan arraigado en la sociedad y en ciertas culturas.
Podría seguir incluyendo más elementos de análisis, pero el objetivo de esta primera entrega es el de invitarlos a superar estos dos prejuicios que, de prolongarse en el tiempo, seguiríamos reproduciendo esa espiral de violencia de género, que sigue causando grandes estragos.
Deja tus comentarios sobre esta entrega de la serie En Clave de Mujer o a escribir a prensa@emisoramariana.org