Por: Tiffany Martínez González
Imagen: BBC News Mundo
A lo largo de la historia, la mujer ha tenido que superar innumerables obstáculos para obtener el derecho de poder elegir de manera autónoma lo que quiere hacer; no obstante, esto es algo que no se ha logrado de la noche a la mañana, por lo que muchas mujeres tuvieron que hallar la forma de poder desafiar las leyes de la época para cumplir sus sueños.
La vida de Sofya Kovalevskaya, es un claro ejemplo de lo mencionado anteriormente. Y es que esta mujer rusa, nació en la ciudad de Moscú en el año 1850, tiempo en el que los únicos que podían acceder a la educación superior en el país, eran exclusivamente los hombres. Sin embargo, Kovalevskaya desarrolló una pasión por las matemáticas desde los 8 años, gracias a que su padre tapizo su habitación con algunos símbolos matemáticos porque no le alcanzó el papel tapiz.
Cuando crece, impulsada por su amor hacia las matemáticas, contrae matrimonio por conveniencia; situación que estaba de moda en ese momento y consistía en buscar a un hombre liberal que se prestara para fingir la alianza y que estuviera dispuesto a ayudar a la mujer para evadir las leyes de la época.

Sofya encontró todas esas cualidades en Vladimir Kovalevsky, un editor y traductor, que, en primer instante fue seleccionado por la hermana mayor de Sofya, quien también buscaba contraer un matrimonio por convivencia; este, acepto los términos, pero selecciono a la hermana menor. De tal forma, la boda se celebró en 1868 y la pareja se mudó a Alemania.
Una vez en el país europeo, la rusa comenzó a asistir a algunas clases universitarias, a las que le permitieron asistir, solo junto a su esposo o su tío y aunque allí no se pudo inscribir legalmente en la universidad, consiguió convencer con sus habilidades a Karl Weierstrass, el padre del análisis matemático moderno, para que le diera clases privadas. Con sus influencias, el matemático consiguió que la Universidad de Gotinga leyera la tesis de Kovalevskaya y aunque no le permitieron la defensa oral, fue así como Sofya terminó convirtiéndose en la primera doctora de matemáticas en Europa.
El matrimonio Kovalevskaya vuelve a Rusia en 1875, allí, nace su hija y cada uno se concentra en sus carreras científicas. Vladimir se hundió en una terrible depresión luego de que realizó malas inversiones, por lo que terminó quitándose la vida. Después de esto, Sofya se dedica a sus estudios, hace importantes descubrimientos en el ámbito matemático y se vuelve pionera en distintas áreas. Uno de sus aportes más significativos fue la invención de las formas para analizar el movimiento de un cuerpo en rotación sobre un punto fijo.
Aunque esta mujer se destaco por su brillante vida matemática y sus aportes han sido significativos en la historia, Sofya ganaba económicamente menos que los hombres que desempeñaban su misma función. Murió el 18 de febrero de 1891 a causa de neumonía y su historia de vida ha sido un ejemplo para las mujeres del imperio ruso, considerada por muchos como una mujer inspiradora y revolucionaria que se destaco por sus grandes logros científicos.