Imagen tomada de cathopic.com

“La tristeza, la apatía, el cansancio espiritual terminan por dominar la vida de las personas que se ven desbordadas por el ritmo de la vida actual” Papa Francisco.

La salud mental no es cuestión de locos, es cuestión de vida, sí, de una vida sana. El descuido en la salud mental incrementa el riesgo de una cantidad de enfermedades físicas, psicológicas y hasta espirituales.

El descuido en la salud mental trae consigo la pérdida de la esperanza y del horizonte de la vida, hasta llegar a caer en el sin sentido y a encerrarse en un verdadero infierno existencial.

Las estadísticas sobre salud mental en los diferentes grupos poblacionales son realmente preocupantes, sobre todo en lo que tiene que ver con el aumento de los estados depresivos, de ansiedad, desencanto, frustración y estrés que, acarrean otras situaciones, incluso, extremas, como lo es el suicidio. La pandemia fue un factor desencadenante de este tipo de patologías.

¿Qué se entiende por salud mental?

Es importante tener en claro, lo que se define como salud mental. Se dice que es un “estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad; también se enciende como un estado de bienestar en el que las personas son capaces de realizar sus tareas de manera tranquila pese al estrés que experimentan y lograr así una mayor productividad” (Estudio sobre salud mental DANE-Colombia, 2021).

¿Qué dicen los datos especializados?

Es importante tener el referente de estos datos porque ayudan al análisis y, sobre todo, a mirar nuestro actual mapa personal de salud mental. Algunos datos, son:

  • 1 de cada 4 personas tendrán un trastorno mental a lo largo de su vida.
  • El 12,5% de todos los problemas de salud está representado por los trastornos mentales, una cifra mayor a la del cáncer y los problemas cardiovasculares.
  • El 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 14 años, y el 75% antes de los 18.
  • 450 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida.
  • Más de 300 millones de personas en el mundo viven con una depresión, un problema de salud mental que ha aumentado un 18,4% con el paso del tiempo.
  • Cerca de 800.000 personas se suicidan cada año, siendo la segunda causa de muerte en personas de 15 a 29 años.

¿Cómo está tu mapa mental?

Teniendo en cuenta la relevancia de la salud mental, su definición y los datos especializados, es clave preguntarse desde lo más profundo del corazón y la mente ¿Cuál es el estado actual del mapa de mi salud mental?

Antes de responder la pregunta, es importante tener presente que una patología derivada de un estado de salud mental poco sano, se define por su duración en el tiempo, intensidad y los efectos físicos, psicológicos, emocionales y espirituales que pueda ocasionar.

Por ejemplo, se puede tener depresión, tristeza, estrés o ansiedad pasajera, por algún evento adverso, pero que en poco tiempo se supera y no afecta el bienestar cotidiano.

Cabe anotar que, el famoso mapa de tu salud mental, solamente tú lo puedes definir y evaluar. Después de definido, tu decides si necesitas ayuda y en qué nivel.

Para recrear este mapa, un ejercicio sencillo, es tomarte un tiempo para responder las siguientes preguntas:

  • ¿Me considero una persona equilibrada emocionalmente?
  • ¿Mi ambiente familiar es sano y estable o afecta el bienestar diario?
  • ¿Llevo en mi existencia traumas del pasado?
  • ¿He sido capaz de perdonar o vivo con deseos de venganza?
  • ¿Cómo es la relación con mi entorno?
  • ¿Cómo me relaciono con las personas en el diario vivir?
  • ¿Vivo contento o la tristeza se ha apropiado de mi vida?
  • ¿Cómo son mis relaciones laborales? ¿Amo lo que hago? ¿Vivo en un buen ambiente laboral?
  • ¿Duerno bien? ¿Me alimento bien? ¿Hago algún ejercicio físico?
  • ¿Cuál es el estado actual de mi salud física? ¿Tengo enfermedades reales o son producto de una salud mental poco sana?
  • ¿Sufro de estrés, ansiedad, depresión o tristeza prolongada?
  • ¿Cómo es mi vida espiritual? ¿Experimento gozo en mis prácticas espirituales?
  • ¿Cómo es mi salud psíquica? ¿Soy tolerante o vivo juzgando a los demás? ¿Soy obsesivo o tengo capacidad para el diálogo?

Estas y otras preguntas más, nos pueden ayudar a hacer una aproximación a nuestro propio mapa de salud mental y a definir si estoy en riesgo o no, si necesito ayuda o puedo hacer propósitos firmes para salir adelante.

Por favor, no descuides tu salud mental. La vida es un tesoro, porque es un don de Dios.

“Los muros que construimos a nuestro alrededor para alejar la tristeza, también alejan la alegría” Jim Rohn

Por Luis Daniel Londoño Silva

Máster en Violencia Doméstica y de Género. Licenciado en teología, escritor y comunicador.

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